La guerra que nos une, la nostalgia que nos separa y la soledad que distribuye nuestras lágrimas equitativamente.
La paz que nos lastíma, confrontando nuestra lógica y llenandonos de rabia.
Caminamos contra el viento esperando ganar algo de tiempo
Soñando con un adios, despertando con un desesperado "te quiero".
Oh, mis lágrimas tan vanas e inservibles, llenas de vacío,
Cansados de tanto derramarse, mis ojos amargos.
Mis suspiros degradantes y mis dientes desgastados,
La sombra que me acompaña tiene más vida que nosotros dos.
Mañana las lágrimas parecerán las mismas y los suspiros solo serán aire desperdiciado
Ahora solo soy caricia olvidada, una playa sin arena, viento sin oxigeno.
La última hoja que cae en el otoño, aferrada con una solo esperanza. Quebrantable.
Soy mañana sin un hoy, y un ayer olvidado.
Seré el Silencio de tu boca cuando la puerta y el marco se besen...
Y no habrá más guerra en nuestros cuerpos, solo dolor en nuestras almas.
