jueves, 3 de enero de 2013

Agria nada.



Cuando te di mi corazón, lo tomaste, pero no para llevarlo a tu corazón sino a tu boca
cada palabra que me decias era una mordida, todo mi interior se estremecia cayendo enamorado.
Recuerdo cada susurro de un “te amo” como simple aire vacío, y ahora es difícil para mi dejarte ir porque tragé cada palabra como un placebo, llenas de mentira.
Me enamoré de la dulce nada, me dabas la dulzura de la nada, todo mi amor se fue arrastrando en arena, y ahora hay un vacío donde debería ir mi corazón.
Puse mi fe en algo que no conocía, y me cansé de esperar sin nada de esperanza.
Aprendí que no era suficiente que me dijeras “te amo” porque las palabras son simple aire, cuando tus actos no son actos.
Y cuando me fui, no pediste que me quedara, cuando me fui tambien te fuiste, y todas las noches, los besos, las risas y los pasos que juntos dimos ahora son nada…
Solo me queda el saberme “nunca amado”, solo me queda un “telo dije” de mi alma a mi mente, que el amor no existe hasta que se lucha por cultivarlo, cuando se lucha por permanecer en el sitio donde el otro cultiva sus racimos de neuronas, si no fue así nunca me amaste…

No hay comentarios:

Publicar un comentario